Eva Kail, arquitecta y pionera en la incorporación de la perspectiva de género en el urbanismo, ha expuesto su opinión acerca del avance de València en esta disciplina
¿Puede una ciudad tener perspectiva de género? ¿Cómo se crea urbanísticamente un espacio en igualdad de género? Estas y otras cuestiones fueron abordadas por Eva Kail, arquitecta y pionera en la incorporación de la perspectiva de género en el diseño de la ciudad en el marco de la jornada “…anem per feina”, organizada por la Cátedra Urbanismo y Género de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Generalitat Valenciana.
Eva Kail es ingeniera urbanista y una de las máximas especialistas en urbanismo y género de Europa
Ha sido la impulsora del urbanismo feminista en la ciudad de Viena, nombrada en varias ocasiones la ciudad con la mejor calidad de vida del mundo.
Para Kail, la incorporación de la perspectiva de género en el urbanismo es tan sencilla como “permitir que la ciudadanía realice las funciones del día a día sin obstáculos ni problemas: un buen transporte público, parques y patios de buen tamaño y con buenos equipamientos”, y un factor clave: “disminuir la cantidad de coches en las calles”.
En su estancia en València, Kail pudo advertir diferentes factores que llamaron su atención en cuanto al enfoque urbanístico de la ciudad. El primero de ellos, la zona verde del antiguo cauce del río, de la que destaca sus instalaciones deportivas y la cantidad de árboles, sumamente valiosos para afrontar el reto climático 2030. Para la urbanista, un factor clave en el camino de la ciudad de València hacia un urbanismo con perspectiva de género ha sido la peatonalización de la zona centro, un hecho que para ella “marca la diferencia”.
Asimismo, la urbanista destacó la gratuidad del transporte público para los menores de 30 años, porque considera que “la gente joven está deseando cambiar su manera de moverse por la ciudad”.
Sin embargo Eva Kail se mostró especialmente sorprendida por la cantidad de coches que circulan por la ciudad y la polución que generan “y que se puede oler”, y por la cantidad de zonas de aparcamiento, muchas de ellas obstaculizando el flujo de los peatones entre viales.
En la charla que ofreció ante profesionales y estudiantes de arquitectura, Eva Kail compartió los proyectos que han convertido a la ciudad de Viena en un referente del urbanismo con perspectiva de género.
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