Si se quiere desarrollar ciudades realmente sostenibles, se debe dar un paso más allá de la actualización del alumbrado a LED apostando por tecnologías abiertas como el estándar Zhaga y su evolución Zhaga D4I
El sector de la iluminación desempeña un papel fundamental en el desarrollo sostenible de las ciudades. Según datos de la European Energy Efficiency Platform, el alumbrado público supone entre el 30% y el 50% del consumo total de electricidad municipal en Europa.
A nivel nacional, disponemos de más de 8.8 millones de puntos de luz en España, lo que implica un gasto aproximado de 750 millones de euros anuales en energía eléctrica.
Teniendo en cuenta estas cifras, así como el hecho de que las soluciones de alumbrado público deben estar en funcionamiento, como mínimo, entre 20 y 25 años, resulta crucial promover un sistema de alumbrado eficiente y sostenible.
Numerosos gobiernos, empresas, asociaciones e iniciativas privadas se han comprometido a trabajar para un desarrollo sostenible que cumpla las necesidades presentes, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras.
En Carandini están orgullosos de ser una de estas empresas. Desde hace más de 100 años, apuestan por un enfoque de iluminación energéticamente eficiente, respaldado por el diseño de productos robustos, duraderos y funcionales, que ahorren recursos y permitan la reparación y el reciclaje de materiales, eliminando la presencia de sustancias perjudiciales. Carandini cree en la importancia de la economía circular y, por ello, todo su portfolio para alumbrado público cumple con el standard Zhaga.
Veamos en qué consiste y qué beneficios nos aporta.
La transición a tecnología LED ha desencadenado una auténtica revolución en la industria de la iluminación. Se ha conseguido una mayor eficiencia energética, una vida útil más prolongada, una reducción del consumo, un menor impacto ambiental, un mayor control de la iluminación y una mejor calidad de la luz. No obstante, ésta es tan solo la punta del iceberg. Si se quiere desarrollar ciudades realmente sostenibles, se debe dar un paso más allá y, no sólo actualizar el alumbrado a LED, sino apostar por tecnologías abiertas como el estándar Zhaga y su evolución Zhaga D4I, enfocadas a la reparabilidad y preparadas para el futuro.
¿Verdad que no somos capaces de concebir que no tengamos un recambio de una lámpara? ¿Por qué lo consentimos con tecnología led? ¿Porque durará más? No tiene sentido, ya que se debe ser capaz de reparar, actualizar y mantener las luminarias sin tener que sustituir todo el producto, y esto solo se consigue si toda la plataforma tecnológica del mismo está compuesta por componentes Zhaga.
Nacido con el objetivo de normalizar las especificaciones de las interfaces entre luminarias LED y fuentes de luz, el uso de las tecnologías ZHAGA y Zhaga D4I nos aporta muchos beneficios a lo largo de todo el proceso de renovación del alumbrado. Veamos los más importantes a continuación:
Invertir en luminarias Zhaga como las que ofrece Carandini permite avanzar hacia un desarrollo urbano responsable. En un mundo en constante cambio, es imperativo que nos preparemos para el futuro y sigamos avanzando hacia soluciones de iluminación que no solo se adapten a las necesidades presentes, sino que también allanen el camino para un futuro más brillante y sostenible.
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