Eliminar grafitis hoy en día es más fácil gracias a las múltiples técnicas que existen en el mercado
En numerosas ciudades del país, los grafitis figuran entre las principales conductas de vandalismo. Su eliminación cuesta a las arcas públicas varios cientos de millones al año. ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Los procedimientos de pulverización no solo forman parte de los métodos de limpieza eficaces, sino también de los métodos versátiles y profesionales que resultan aptos sobre todo para la eliminación de los grafitis. Se muestra a continuación un resumen de Kärcher de algunos procedimientos acreditados y sus posibilidades de uso y ventajas actuales.
Cuando deben eliminarse de manera especialmente cuidadosa suciedades resistentes como, por ejemplo, grafitis o también costras de suciedad, y pasta de cemento, se emplea el procedimiento de pulverización de partículas. También se ha acreditado este procedimiento para la preparación de la base para la aplicación de pintura nueva.
En el procedimiento se emplea un caudal de aire (compresor con una potencia mínima de 4 m³ por minuto), al cual se le añade detergente abrasivo dosificado para pulverización. Mediante la elección adecuada del tipo y la cantidad de detergente abrasivo y la altura de la presión de aire, se puede adaptar el modo de acción del procedimiento a numerosas superficies.
Actualmente hay disponibles en el mercado alrededor de 2000 tipos de abrasivos para pulverización, desde, por ejemplo, escoria de alto horno, pasando por polvo de vidrio o de cal, hasta carbonato de calcio. Se diferencian no solo por el material de base utilizado, sino también por el tamaño y la forma del grano y su dureza. Con la adición de agua en la boquilla se impide en gran parte la formación de polvo («pulverización húmeda»). Además, el producto proyectado y las pinturas desprendidas se unen al agua.
Además de los procedimientos de pulverización con caldera de presión extendidos en el sector de la construcción, los sistemas de pulverización con inyector se han certificado para aplicaciones flexibles, los cuales son fáciles de transportar en una maleta y tienen un tiempo de ajuste muy reducido. Por esta razón se utiliza este procedimiento especialmente para la eliminación de grafitis, ya que las pintadas suelen ser aisladas y no siempre cubren una superficie extensa. Además, puede manejarlo una sola persona y es muy flexible. El usuario puede ajustar en la pistola todos los parámetros (presión y caudal de aire, caudal de agua y cantidad de abrasivo) según el grado de suciedad y del fondo. Esto significa que el usuario tiene la posibilidad de cambiar muy rápidamente el tipo de producto proyectado, de cuidadoso a muy abrasivo.
El procedimiento de pulverización con inyector destaca por las siguientes ventajas:
fácil transporte y tiempo de ajuste reducido;
adaptabilidad alta;
aplicabilidad variada;
respetuoso con el medio ambiente;
costes de servicio e inversión reducidos;
seguridad en el manejo.
Para poder determinar con precisión el rendimiento por metro cuadrado y los costes, se aconseja realizar una limpieza de prueba in situ.
En la limpieza de fachadas se piensa en primer lugar en la limpiadora de alta presión. De hecho, ya no nos la imaginamos sin ella. El uso de un equipo de agua caliente o de agua fría depende del tipo y del grado de suciedad. Asimismo, se observa una tendencia al equipo de agua caliente, ya que gracias al factor de la temperatura, la suciedad principalmente grasienta u oleosa, así como los grafitis con pinturas ligeras, se eliminan más fácilmente. Además, el empleo del detergente se reduce o suprime y el tiempo de limpieza disminuye hasta en un 40 %. Aparte, las superficies que se han limpiado se secan muy rápido, por lo que puede efectuarse la siguiente fase de trabajo enseguida.
El caudal de agua también desempeña un papel importante en la elección del equipo y es decisivo para la presión de impacto, que determina en primer lugar la mecánica de limpieza y facilita el transporte de la suciedad desprendida. Además de estos factores, también tienen una relevancia notable el tipo de boquilla, el ángulo de proyección (por lo general se trabaja con una boquilla de 40°) y la distancia de proyección.
El empleo de hielo seco es un método de limpieza relativamente reciente. El campo de aplicación es amplio: permite eliminar de forma cuidadosa y eficaz grasas, aceites, pegamentos, aglomerantes y silicona. Además, como el procedimiento no es corrosivo y es muy poco abrasivo, puede utilizarse también para limpiar superficies delicadas o eliminar grafitis. El uso de la pulverización de hielo seco es apropiado cuando la legislación impide otros procedimientos de limpieza o cuando estos métodos no vayan a proporcionar ningún éxito más que con enormes costes económicos o de tiempo, por ejemplo. El empleo aquí debe valorarse bien, ya que esta técnica es, de las aquí presentadas, la que supone un coste mayor.
Las partículas de hielo seco salen de la pistola con un chorro de aire comprimido a una velocidad que puede alcanzar hasta la velocidad del sonido y se subliman inmediatamente tras golpear sobre la superficie que se está tratando. Ejercen simultáneamente un efecto triple:
como en todos los demás procedimientos de pulverización, las partículas aceleradas emiten su energía cinética en el choque;
la capa que hay que eliminar se enfría de forma brusca con una temperatura del hielo de - 79 °C, se resquebraja y se rompe;
partes del dióxido de carbono congelado penetran en las grietas de la costra de suciedad y de las pinturas, se subliman aumentando su volumen 400 veces y la sueltan (a escala microscópica).
Por tanto, la suciedad se suelta sin utilizar alta presión ni agua y se desprende de la superficie. Dado que el hielo seco cambia a estado gaseoso al golpear sobre la superficie, no quedan residuos como en los procedimientos de pulverización con inyector y de pulverización de partículas.
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