23/09/2015
Se inicia la II fase del proyecto piloto "Un nuevo impulso al reciclaje", y extiende a La Arruzafilla, San Rafael de la Albaida y Cortijo del Cura el proyecto.
El presidente de la empresa municipal Sadeco, Pedro García, ha informado del inicio de la segunda fase del proyecto piloto “Un nuevo impulso al reciclaje”, que contempla el cambio de los contenedores de residuos habituales por un nuevo modelo, más moderno, eficaz y limpio.
En esta segunda fase serán 75 los contenedores que se colocarán en las zonas de La Arruzafilla, San Rafael de la Albaida y Cortijo del Cura, por lo que, en total, se habrán instalado los 225 contenedores que se recogen en el plan que comenzó en Arroyo del Moro y Parque Figueroa.
Según García, "el objetivo básico del proyecto es la mejora en la calidad de la recogida selectiva de residuos, basada en la fracción de materia orgánica". "Queremos seguir mejorando y potenciando iniciativas y medidas que redunden de manera positiva en el servicio que presta la empresa a la ciudadanía".
Una vez finalizada la segunda fase, Sadeco organizará una jornada participativa con todos los ciudadanos y ciudadanas, comerciantes y asociaciones vecinales de las zonas implicadas para testar la acogida que estos nuevos modelos han tenido.
La segunda fase del proyecto quedará resuelta en veinte días y Sadeco espera conseguir los resultados óptimos de la primera, en la que se logró un reciclaje domiciliario del 80% frente al 60% anterior a la implantación del nuevo modelo.
Cabe destacar que después de varios meses de adaptación, donde se ha desarrollado una intensa campaña educativa e informativa a todos los niveles, se han hecho los ajustes necesarios en las zonas implantadas, ya que para Sadeco era importante “escuchar a los vecinos y vecinas, así como a los propios trabajadores y trabajadoras de la empresa municipal, y mejorar en todos los aspectos de esta fase del proyecto”.
Cambio de color de los contenedores
Adecuándose a la nueva normativa, el contenedor de materia orgánica pasa de ser de color gris a marrón e incorpora un orificio frontal para depositar los residuos. Por su parte, el de envases e inertes lleva dos orificios, circunstancia que permite al ciudadano depositar la basura sin tocar el recipiente.
A los grandes productores de residuos, (comercio y comunidades de vecinos) se les ha facilitado una llave de apertura total de la tapa para depositar residuos de mayor volumen tanto en los contenedores de orgánica como los de envases e inertes.
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