Un nuevo proyecto ha llevado a cabo un laboratorio urbano donde se ha construido un corredor verde azul para el reverdecimiento y reordenación de la zona
Durante los últimos años, la proliferación e intensidad de las ondas de calor y el incremento generalizado de las temperaturas, como las que estamos viviendo esta semana, se ha convertido en uno de los objetivos a los que hacer frente por parte de las ciudades nivel global. Se trata de conseguir espacios más amables, adaptados a efectos del cambio climático y que mejoran la calidad de vida de las personas. Valencia ha convertido en los últimos años este objetivo en una prioridad, incorporándolo a su Misión Climática.
Siguiendo esta línea de trabajo, se han desarrollado diversas iniciativas. Una de estas la encontramos en el barrio de Benicalap, en concreto en la plaza de Regino Mas y la calle del Foc. En este espacio se ha creado un laboratorio que prueba una serie de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN), es decir, se han ejecutado acciones piloto que buscan mitigar los efectos del cambio climático renaturalizando el espacio.
Las SBN aprovechan la naturaleza y los ecosistemas saludables para dar solución a problemas de la gestión territorial y urbana como pueden ser la adaptación al cambio climático, la gestión de los recursos, el agua o la calidad del aire. En este caso, se trata de una iniciativa, enmarcada en el proyecto europeo GrowGreen, ya finalizado y que en Valencia ha sido coordinado por Las Naves, con la intervención también de otras entidades como el Ayuntamiento de Valencia, la Universidad Politécnica de Valencia, Paisaje Transversal, Tecnalia, Bipolaire y Leitat.
Este proyecto ha llevado a cabo un laboratorio urbano, donde se ha rediseñado el área de Regino Mas con la construcción de un corredor verde azul, que ha consistido en el reverdecimiento y reordenación de la zona, la instalación de mobiliario urbano adaptado y de una pérgola que genera sombra, y la mejora de la gestión del agua a través de la colocación de un pavimento drenante que permite la filtración y recolección del agua de lluvia.
En unos primeros estudios de monitorización de la zona, incluidos en el proyecto y extraídos de los datos de estrés por calor recopilados por sensores, este laboratorio climático contribuye a la reducción del estrés térmico al crear zonas más frescas por la ubicación de mayor número de sombras y vegetación. Estos primeros cálculos sitúan la bajada de ese estrés térmico en un 18%.
Según estos estudios, el mayor estrés térmico se ha encontrado en las áreas más expuestas en la radiación solar sin vegetación. A medida que pase el tiempo y la vegetación aumente por su crecimiento natural y genere más sombra, estos datos podrían variar e incrementarse; pero el cambio de pavimento, la vegetación en estratos bajos y la colocación estratégica de la sombra proporcionan ya un impacto inmediato en el estrés térmico.
La nueva ordenación de la plaza Regino Mas, cuyo rediseño contó desde un inicio con la participación del vecindario de Benicalap, y la ubicación del corredor en su entorno, han contribuido a crear una ruta peatonal, donde las personas pueden pasear al conectarse las calles circundantes y el Parque de Benicalap. Se ha recuperado un espacio urbano para las personas, mejorando su calidad de vida, integrando la vegetación en el entorno urbano y haciendo que su barrio sea más amable, preparado con mejores condiciones para afrontar los efectos del cambio climático.
El objetivo de este tipo de iniciativas piloto es facilitar toda la información necesaria para atender a los desafíos de la subida de temperaturas, tanto en Valencia como en otras ciudades, derivadas del cambio climático
Actualmente Valencia está trabajando en la Misión Climática Valencia 2030, primera misión de la estrategia de innovación Misiones Valencia 2030, con el objetivo de convertir a Valencia en una ciudad climáticamente neutra. Además, la ciudad forma ya parte de las 112 ciudades que la Comisión Europea ha seleccionado dentro de la misión «ciudades inteligentes y climáticamente neutras».
La Misión Climática es uno de los cuatro ámbitos prioritarios del proyecto de Valencia, Capital Verde Europea 2024, junto a la mejora de la infraestructura verde de la ciudad, la movilidad sostenible y recuperación del espacio público, y la alimentación saludable.
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