Mejoras en accesibilidad, infraestructuras, espacio urbano y el fomento de actividades turísticas servirán para mejorar la calidad de vida de los vecinos y convertirse en motor económico de la villa
Convertir el centro histórico de Plentzia en un espacio cultural y su entorno natural en un lugar de esparcimiento es uno de los objetivos del nuevo proyecto de rehabilitación puesto en marcha desde el Ayuntamiento de la antigua villa costera. Se trata de un proyecto de regeneración integral, en el que también se emprenderán mejoras de los espacios urbanos, la accesibilidad y las infraestructuras urbanas y de servicio. Todo ello con el fin de permitir a sus habitantes la mejora de la calidad de vida y el mejor aprovechamiento de los espacios, recuperar la memoria histórica de esta villa fundada en el siglo XIII, ofrecer mayores atractivos turísticos a los visitantes e impulsar su actividad económica.
El centro histórico de Plentzia, que puede presumir de ser el único casco histórico de Uribe Kosta, fue declarado Bien Cultural en 2009. A raíz de esta calificación, el Ayuntamiento de la villa abordó este proyecto, de cuyo desarrollo se han encargado TECNALIA e Ingelan. El proyecto tendrá una duración de ocho años y a lo largo de este periodo, se actuará sobre el 40% del suelo de Plentzia, un total de 27.000 metros cuadrados, donde se encuentran 204 edificios de viviendas y 1.300 vecinos.
Para embellecer el pueblo por dentro y por fuera, la rehabilitación comenzará por la renovación de las infraestructuras de servicio, desde las redes de saneamiento hasta el soterramiento del tendido eléctrico. Aprovechando el lavado de cara, se mejorará también la calidad de la luz, al mismo tiempo que se ahorra en la factura. Así, las lámparas de las farolas se sustituirán por luces LED, lo que permitirá un ahorro del 60% en la factura de electricidad.
La clave de esta reforma residirá en la ampliación de los espacios para los peatones y mejorar la calidad de estas zonas. La finalidad es priorizar el movimiento del peatón, respecto al del vehículo, para conseguir que la estancia en el casco histórico sea más agradable. Además, se homogeneizará la señalética y el mobiliario comercial.
Dentro de este objetivo por aumentar los espacios estanciales, el proyecto contempla también la reurbanización del entorno de Arbidea, para invitar al uso del mirador; la Plazatxoa, que es el punto de acogida de la villa a los vecinos y visitantes que llegan en metro; una rampa mecánica unirá Plazatxoa con la parte alta de Plentzia, para mejorar la accesibilidad de este barrio e incorporarlo al centro urbano; y la Plaza Astillero, que incorporará un graderío para disfrutar de las actividades culturales que se organicen allí, y un pantalán que incorpore al pueblo la vida de la Ría.
EL CENTRO HISTÓRICO
Para que el Centro Histórico cobre el protagonismo que merece, el Ayuntamiento prevé unificar la estética del mobiliario urbano -bancos, papeleras y farolas-, para distinguirlos de la periferia. Asimismo, se identificarán los diferentes elementos que forman el conjunto arquitectónico e histórico de la villa a través de placas para que posteriormente, una vez llevado a cabo el proyecto, los visitantes puedan obtener toda la información a través de sus dispositivos móviles, promoviendo de esta forma, una visita dinámica, ágil y con diferentes recorridos de la villa costera. Además, la iluminación jugará un papel fundamental en esta zona y tendrá una doble función: por un lado, garantizar la seguridad del peatón y por otro, destacar los elementos arquitectónicos de la villa para llamar la atención sobre ellos.
Otro de los puntos dónde incidirá el plan, será el entorno de la ría de Plentzia. Así, se integrarán las actividades al aire libre y deportivas, con los monumentos que se sitúan a su alrededor.
CONJUNTO MONUMENTAL DE PLENTZIA
La villa de Plentzia fue fundada en 1299 por Diego López de Haro. En sus orígenes, la villa estaba rodeada de una muralla en la se abrían un número indeterminado de puertas, entre las que se encontraba el Arco de Santiago en Eleiz Enparantza. Se trata de un sencillo arco sustentado entre dos edificios, en el vértice del la plaza. Sin embargo, a pesar de su simplicidad, se trata de un elemento de incalculable valor histórico, ya que constituye el único vestigio de los muros y tras él se esconde gran parte de la historia de Plentzia.
Esta es sólo una de las muchas joyas arquitectónicas que se esconden en las calles de la villa. Y es que el centro histórico de Plentzia cuenta con una rica y variopinta fusión de construcciones: como los restos de antiguas viviendas de marinos, datados en el Medievo, o los palacetes construidos por la burguesía a lo largo del siglo XIX.
Tras su calificación en 2009 como Bien Cultural, con la categoría de Conjunto Monumental, se está trabajando por poner en valor todos estos recursos y que no pasen desapercibidos. Con este proyecto se revalorizará todo el potencial con el que cuenta la villa de Plentzia, a través de una apuesta por la conservación y posterior difusión de su historia y su oferta turística.
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