La materia orgánica representa en torno al 40% de la basura doméstica y, sin embargo, no forma parte de los circuitos habituales de recogida selectiva para reciclaje. Para empezar a generar la conciencia ciudadana sobre la necesidad de la recogida diferenciada de biorresiduos y "trabajar en soluciones de futuro al problema de las basuras", el Ayuntamiento de Vila-real desarrollará en el último trimestre del año un proyecto piloto, financiado al 100% por la empresa pública Reciplasa, que supondrá la implantación, por primera vez en las calles de la ciudad, del llamado contenedor marrón para la recogida selectiva de materia orgánica en una zona acotada del municipio.
El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado la iniciativa "innovadora" y "única" en el entorno, con la que el consistorio pretende comprobar los hábitos de la población y testar esta fórmula de recogida diferenciada para evaluar resultados con miras a poder ampliar la iniciativa en un futuro. "En los últimos años, ha habido un cambio muy importante de filosofía en el tratamiento de los residuos; la conciencia ambiental y las leyes en la materia son cada vez más exigentes, hasta el punto que en el 2020 al menos el 50% de los desechos urbanos deberán ser reutilizables y reciclables", señala el alcalde, quien recuerda que este nivel de exigencia y las dificultades surgidas en la planta de tratamiento de Onda han supuesto un encarecimiento "brutal" del coste de la gestión de los residuos urbanos en Vila-real, que ha pasado de los 2,6 millones de euros de 2012 a los 3,2 millones que costará este año, "sin contar, además, con una tasa específica para cubrir este servicio, como sí ocurre en la mayoría de municipios".
"Pero en el tema de los residuos", puntualiza Benlloch, "no es suficiente con buscar los recursos; debemos ir un paso más allá con proyectos innovadores como el que ahora presentamos que compaginen dos cuestiones fundamentales: soluciones técnicas y educación ciudadana sobre el problema de presente y de futuro que representa la gestión de la basura". En esta línea se enmarca el programa piloto de recogida selectiva de biorresiduos que, con un coste estimado de 29.000 euros a cargo de Reciplasa, se aplicará durante 12 semanas en la zona urbana delimitada entre las avenidas Mediterrània, França, Francesc Tàrrega y Grècia.
En este polígono, se procederá a una redistribución de los contenedores actuales y a la incorporación del contenedor marrón para recogida selectiva de materia orgánica. Para poder hacer uso de este sistema, el programa repartirá entre los vecinos interesados en participar en la iniciativa las bolsas de basura biodegradables que deberán utilizarse en estos nuevos contenedores. El proyecto contempla también una campaña previa de información y concienciación para los participantes.
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