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Iluminación inteligente para una ciudad sostenible: el caso de Granada

La modernización del alumbrado público en varios barrios de Granada ha mejorado significativamente la calidad de la iluminación, aumentado la seguridad y reducido el impacto ambiental, reafirmando el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad y la innovación

Iluminación inteligente para una ciudad sostenible: el caso de Granada
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210. Cuarto Trimestre (2024)
NÚMERO 210


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Alumbrado

28/03/2025

TEMAS

Alumbrado Público

Sostenibilidad

En un esfuerzo por transformar las calles de la ciudad y adaptarlas a los estándares más avanzados de eficiencia energética y seguridad, el Ayuntamiento de Granada ha llevado a cabo un ambicioso proyecto de modernización del alumbrado público en los barrios de Zaidín, Fígares y San Antón. Esta iniciativa no solo ha mejorado significativamente la calidad de la iluminación en estas zonas, sino que también ha reforzado el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad y la innovación tecnológica, consolidándola como un referente en la gestión urbana moderna. Para profundizar en los detalles del proyecto, entrevistamos a Alfonso Marín, Responsable de Instalaciones de la Concejalía de Obras Públicas del Ayuntamiento, quien ofrece una visión detallada sobre los retos, objetivos y logros alcanzados.

Durante la conversación, Marín subrayó la importancia de las alianzas estratégicas para garantizar el éxito de la iniciativa, destacando especialmente la colaboración con Signify, compañía líder mundial en tecnología de iluminación. “La colaboración con Signify y otros proveedores ha sido altamente positiva y estratégica para garantizar que la tecnología empleada cumpla con los estándares más altos de eficiencia y sostenibilidad. Su experiencia y conocimiento, junto con su capacidad para ofrecer productos de alta calidad y tecnología avanzada, como las luminarias LED y los sistemas de telegestión, fue fundamental para alcanzar los objetivos establecidos por el Ayuntamiento”, señaló.

El proyecto, que forma parte de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) de Granada -bajo el lema “De tradición a innovación”- refuerza el compromiso de la ciudad para convertirse en una Smart City de referencia. Gracias a la sinergia entre el Ayuntamiento y sus colaboradores estratégicos, las calles de Granada son ahora más seguras, mejor iluminadas y energéticamente eficientes, marcando un antes y un después en la modernización de la ciudad.

 

 

 

Impulso y objetivos

La iniciativa de modernización del alumbrado público en los barrios de Zaidín, Fígares y San Antón surgió de la identificación de una serie de necesidades urgentes por parte del Ayuntamiento de Granada. Estos barrios compartían características comunes que justificaron la intervención, tales como la antigüedad de las luminarias, lo que resultaba en un elevado consumo energético y bajos niveles de iluminación y uniformidad en las calles, explica Marín. 

El objetivo principal de la intervención era mejorar la eficiencia energética, tanto en términos de consumo, como en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. A través de la modernización, se buscaba una disminución significativa en el consumo eléctrico y una mayor sostenibilidad del sistema de alumbrado. Además, uno de los aspectos clave era reducir la contaminación lumínica y la luz intrusa en las viviendas cercanas, contribuyendo de este modo a una mejor calidad de vida para los vecinos de las zonas afectadas.

Otro de los objetivos prioritarios era mejorar la seguridad vial y peatonal en estas áreas. La mejora en la calidad y distribución de la luz tenía como fin garantizar una mayor visibilidad para conductores y peatones, lo que redunda en una disminución de los riesgos de accidentes y en un entorno más seguro durante las horas nocturnas. Este avance no solo beneficiaría a los ciudadanos en su movilidad diaria, sino que también fortalecería el confort y la sensación de seguridad en el espacio público.

La modernización del alumbrado también respondía al deseo de mejorar la estética urbana de estos barrios. Además de sus beneficios funcionales y medioambientales, el proyecto pretendía transformar el aspecto de las calles, adaptándolas a los nuevos estándares de sostenibilidad y modernidad. Con ello, se buscaba, asimismo, optimizar la respuesta del Ayuntamiento a las demandas de la ciudadanía y la calidad del mantenimiento de las instalaciones, reduciendo la frecuencia de las intervenciones necesarias y aumentando la vida útil de las luminarias.

A través de estos objetivos, el Ayuntamiento de Granada aspiraba a ofrecer un servicio de calidad a los ciudadanos, con un sistema de alumbrado eficiente, sostenible y seguro, que se integrara plenamente en el modelo de ciudad inteligente que la administración está promoviendo.

 

"La antigüedad de los puntos de luz, el elevado consumo de éstos y los bajos niveles de iluminación y uniformidad de sus calles fueron las necesidades principales que el Ayuntamiento identificó y la razón por la que se decidió a intervenir", destaca Alfonso Marín, Responsable de Instalaciones de la Concejalía de Obras Públicas del Ayuntamiento de Granada.

 

 

Tecnología y ejecución

La ejecución del proyecto implicó una intervención integral, que abarcó tanto la sustitución de luminarias obsoletas como la implementación de sistemas tecnológicos avanzados. En total, se eliminaron 2.106 luminarias viales, que utilizaban tecnologías de descarga como VSAP, VM y HM, para ser reemplazadas por modernas luminarias con tecnología LED, caracterizadas por un menor consumo energético, apunta el responsable del proyecto. Además, el diseño de las luminarias garantiza una mínima dispersión de luz hacia el hemisferio superior, con un Factor de Hemisferio Superior (FHS) nulo, certificado por el Instituto Astrofísico de Canarias, lo que contribuye a la preservación del cielo nocturno y la reducción de la contaminación lumínica.

Otro de los elementos más innovadores del proyecto, según Marín, es la implementación de un avanzado sistema de telegestión punto a punto, que reemplazó al antiguo modelo de telegestión de cabecera. Este sistema, basado en la plataforma Interact de Signify, permite ajustar la iluminación según las necesidades específicas de cada vía, facilitando su gestión y mantenimiento de manera eficiente, explica. 

Asimismo, se pretendía incorporar a la nueva instalación de alumbrado innovaciones tecnológicas de aplicación existentes en el mercado. Así, se instalaron en 760 luminarias, nodos de comunicación Interact, certificados bajo el estándar Zhaga-D4i, que permiten telegestionar las luminarias individualmente o en grupos. Este nivel de control posibilita la programación diaria de los niveles de iluminación según las necesidades específicas de cada zona, garantizando una flexibilidad y eficiencia inéditas en la gestión del alumbrado público, optimizando las tareas de supervisión y mantenimiento, agrega.

 

 

Complementando estas funcionalidades, se incorporaron 150 multisensores radar de Philips, también certificados con el estándar Zhaga-D4i. Estos dispositivos se conectan a las luminarias de alumbrado público a través de un conector Zhaga Book 18, ubicado en la parte inferior de la luminaria. Esta tecnología puede funcionar como sensor autónomo y en red local para la detección de movimiento agrupado, así como conectarse a un sistema de gestión central como Interact y controlarse a distancia. 

En este caso, los multisensores cuentan con tecnología de detección de movimiento que permite regular automáticamente los niveles de iluminación según la actividad registrada en las zonas intervenidas. Además, los sensores recopilan información en tiempo real sobre parámetros clave como el tránsito de vehículos y personas, el nivel de ruido, la temperatura ambiental, la vibración y la inclinación de las luminarias, que transmiten al sistema central de gestión Interact.

Esta capacidad de monitoreo dota al Ayuntamiento de datos críticos para la toma de decisiones basadas en información real, optimizando la iluminación y reforzando la sostenibilidad urbana. “Un sistema de iluminación conectado que permite a los usuarios y a los clientes gestionar, supervisar y controlar a distancia las luces de la ciudad”, explican desde Signify.

 

La telegestión ha tenido un impacto muy positivo en la toma de decisiones a nivel local, y la capacidad de gestión municipal, haciéndola más proactiva, informada y eficiente.

 

También, hace posible la identificación de fallos de iluminación mediante notificaciones de averías y eventos, facilitando así las labores de mantenimiento. Además, este sistema también admite una selección de sensores que recopilan datos para mejorar el funcionamiento de los servicios de su ciudad. Paralelamente, el sistema proporciona un motor dinámico de generación de informes que muestra diversas agregaciones de datos energéticos, informes y consultas de activos habilitadas por los datos almacenados en los drivers LED D4i.

Según relata Alfonso Marín, la fase de ejecución del proyecto se inició en septiembre de 2022 y concluyó en junio de 2023, y se distinguen tres etapas principales. La primera consistió en la realización de los cálculos lumínicos para determinar los niveles de iluminación necesarios en cada vial. La segunda etapa se centró en la sustitución de las luminarias antiguas y la programación de las nuevas unidades. Finalmente, la tercera etapa consistió en la realización de pruebas nocturnas para ajustar los niveles de reducción del flujo lumínico y optimizar el rendimiento de los multisensores, adaptándolos a la presencia de personas y vehículos en las vías públicas.

De acuerdo con datos de Signify, el sistema de conectividad implementado en Granada contempla dos redes diferenciadas, adaptadas a las características específicas de cada área. En las zonas más densamente pobladas y uniformes, se ha desplegado una red mallada de radiofrecuencia Mesh, mientras que en áreas más distantes o con requerimientos específicos se ha optado por tecnología celular. Este enfoque asegura una cobertura completa y un control preciso de todas las luminarias, independientemente de su ubicación.

 

La sustitución de tecnología de descarga por LED ha permitido ahorrar aproximadamente un 50% de energía, incrementándose hasta un 65% con ajustes de flujo lumínico y hasta un 85% con la incorporación de multisensores.

 

 

Beneficios tangibles e impacto

El proyecto de modernización del alumbrado público en los barrios de Zaidín, Fígares y San Antón ha generado una serie de beneficios tangibles tanto para el municipio como para sus habitantes. Uno de los logros más destacados es la significativa reducción del consumo energético, alcanzando ahorros de hasta un 85%. Tan solo con la sustitución de tecnología de descarga por tecnología LED permite alcanzar ahorros energéticos de aproximadamente un 50%. Al implementar la programación y el ajuste de curvas diarias para la reducción del flujo luminoso, calendarización, estos ahorros se incrementan hasta un 60-65%. Además, al incorporar la funcionalidad de detección de movimiento a través de los multisensores instalados, es posible lograr ahorros que oscilan entre el 80% y el 85% en comparación con el sistema de iluminación original. Esto se traduce en una notable disminución de la factura energética, lo que representa un ahorro económico considerable para las arcas municipales. 

Según Alfonso Marín, el impacto positivo de esta optimización energética es innegable, no solo en términos de costes, sino también en cuanto a la disminución del impacto ambiental. Al reemplazar las antiguas luminarias por una tecnología más eficiente se ha logrado una reducción considerable en el consumo de energía. Con el cambio de fuente luminosa y al contar las luminarias con una vida útil más larga, no solo se consume menos electricidad, sino que también se requiere menos energía para su mantenimiento, lo que se traduce en total en una disminución muy importante de emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la generación de electricidad, contribuyendo así a una menor huella de carbono. Así, “con la ejecución de este proyecto en total se han dejado de emitir a la atmósfera en torno a 185 toneladas de CO2 y se han dejado de consumir con la actuación 63 ktep anuales”, celebra. Este avance no solo mejora la calidad del aire y reduce el impacto climático, sino que también refuerza el compromiso de Granada con los objetivos medioambientales. 

 

Con la ejecución de este proyecto se han dejado de emitir a la atmósfera en torno a 185 toneladas de CO2 y se han dejado de consumir 63 ktep anuales.

 

En el ámbito operativo, la implementación de un sistema de telegestión y la posibilidad de ajustar la iluminación según las necesidades de cada zona ha permitido un control más eficiente y flexible del alumbrado público. “Ahora, tenemos la capacidad de programar la iluminación de manera precisa y de monitorear en tiempo real el estado de cada luminaria. Esto no solo optimiza las tareas de mantenimiento, sino que facilita la identificación de incidencias de manera inmediata, permitiendo soluciones rápidas y efectivas”, señala Marín. Además, la utilización de analítica de datos ha mejorado la capacidad de gestión municipal, permitiendo anticipar necesidades y tomar decisiones informadas para una gestión más sostenible y eficiente.

Desde un punto de vista económico, el sistema implementado ha reducido considerablemente los costes de mantenimiento. Las luminarias LED, con una vida útil más prolongada, requieren menos intervenciones, lo que ha disminuido la frecuencia de reparaciones y los gastos asociados a la gestión de recursos humanos. "Este ahorro en mantenimiento ha permitido al Ayuntamiento optimizar el presupuesto municipal, maximizando el uso de los recursos disponibles", explica el experto.

El proyecto ha tenido un impacto directo en la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos. La nueva iluminación, adecuada y uniforme, ha mejorado la visibilidad en las calles, reduciendo los riesgos de accidentes y disuadiendo comportamientos delictivos. "La iluminación ahora es más confortable y mejor dirigida, creando un ambiente más seguro durante las horas nocturnas, lo que incide directamente en el bienestar urbano de los vecinos", destaca Marín.

Además, se ha logrado un avance significativo en cuanto a la preservación del cielo nocturno y la reducción de la contaminación lumínica. Las luminarias instaladas minimizan la dispersión de la luz, iluminando únicamente donde es necesario. Esto no solo protege a la fauna nocturna, sino que también contribuye a la conservación del entorno natural y facilita la observación de las estrellas, promoviendo una conexión más profunda con el entorno y el ecosistema. En conjunto, estos logros destacan la eficacia y el impacto positivo del proyecto, que ha transformado no solo la infraestructura urbana, sino también el entorno ambiental y social de Granada.

 

 

 

Retos y aprendizajes

La ejecución del proyecto de modernización del alumbrado público no presentó complicaciones administrativas ni logísticas significativas, salvo los desafíos inherentes al cumplimiento de los plazos y los requisitos técnicos establecidos por la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI), apunta Marín.

Sin embargo, en lo que respecta al ámbito técnico, si existió un desafío tecnológico considerable en relación a la integración de los nodos de comunicación, necesarios para la conexión al sistema de telegestión. En el proyecto participaron luminarias de diferentes marcas, lo que generaba incertidumbre respecto a la compatibilidad entre estos dispositivos. No obstante, esta integración no presentó dificultades relevantes, gracias a las características de interoperabilidad proporcionadas por la certificación Zhaga D4i por parte de los fabricantes de las distintas luminarias, explica el experto.

Esta norma permite la integración y operatividad completa de luminarias de diferentes fabricantes con los nodos de comunicación y la plataforma de telegestión Interact. Gracias a la estandarización promovida por el consorcio Zhaga y D4i, la plataforma puede gestionar y controlar de la misma forma tanto las luminarias de Signify como las de otros fabricantes, asegurando así un funcionamiento óptimo del sistema desde su implementación inicial, concluye. 

En cuanto a la aceptación por parte de los vecinos, la respuesta fue en general positiva. La mejora en la calidad de la iluminación y la seguridad de las calles contribuyó a aumentar la satisfacción de los residentes, quienes destacaron la mayor visibilidad y la sensación de bienestar en sus barrios. "Los vecinos han expresado su satisfacción por la transformación de la iluminación, con muchos mencionando que ahora se sienten más seguros y que las calles tienen una atmósfera mucho más acogedora y agradable", comenta Marín.

Sin embargo, la implementación de los multisensores radar en algunos viales, que ajustan automáticamente los niveles de iluminación en función del tránsito de personas y vehículos, generó inicialmente cierta resistencia entre los residentes. En un primer momento, algunos creyeron erróneamente que las disminuciones de luz en momentos de baja actividad eran indicativos de fallos en el sistema y muchos no concebían la aplicación de esta tecnología en el alumbrado público", explica Marín. No obstante, con el tiempo, los vecinos han llegado a reconocer los beneficios de estas innovaciones, valorando especialmente su impacto en la eficiencia energética. "Ahora, los residentes comprenden que estos ajustes contribuyen a la sostenibilidad y a una gestión más eficiente de los recursos", añade.

 

El éxito alcanzado con la implementación de este proyecto, junto con los beneficios que ha proporcionado, nos motiva a aplicar esta tecnología en nuevos proyectos. Esta visión no solo tiene el potencial de transformar a Granada en una ciudad más sostenible y segura, sino que también nos ayuda para posicionarnos como un referente en soluciones IoT.

 

 

Potencial y oportunidades a futuro

El proyecto de modernización del alumbrado público en Granada no solo ha transformado la infraestructura actual, sino que también ha abierto el camino hacia un futuro más conectado e inteligente para la ciudad. Marín destaca que se ha logrado “renovar no solo las luminarias, sino también crear una infraestructura preparada para la integración de futuras tecnologías IoT, lo que permitirá mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y visitantes". El sistema de iluminación, ahora equipado con tecnología avanzada, servirá como una red de comunicación que podrá soportar la incorporación de nuevos servicios inteligentes que optimicen aún más la gestión urbana.

Por otro lado, el responsable destaca el interés municipal por aprovechar el potencial de optimización de esta infraestructura para proyectos basados en Internet de las Cosas (IoT) es notable, prosigue. La instalación de multisensores
en cada luminaria proporciona la capacidad de recopilar datos clave relacionados con la seguridad, el nivel de ruido, la temperatura ambiental, así como la vibración e inclinación de los puntos de luz. Esta recopilación de información en tiempo real no solo facilita la gestión de la iluminación, sino que también permite el análisis de variables cruciales como la contaminación acústica o la calidad ambiental. "Con estos datos, podremos elaborar mapas térmicos o de contaminación acústica, o análisis de incidentes; para así tomar decisiones estratégicas que optimicen la calidad de vida en la ciudad", explica Marín.

El éxito del proyecto ha impulsado al Ayuntamiento a considerar la expansión de esta tecnología en nuevos proyectos. "El pensamiento hacia el futuro no solo pasa por aprovechar las tecnologías ya implementadas, sino por dejar las luminarias preparadas con conectores Zhaga para integrar multisensores en nuevas actuaciones", señala. Esta visión no solo tiene el potencial de convertir a Granada en una ciudad más eficiente y sostenible, sino que también la posiciona como un referente en soluciones IoT para la gestión urbana. 

A lo largo de los próximos años, uno de los principales objetivos de Granada es la modernización total de su infraestructura lumínica, alcanzando un 100% de luminarias LED en la ciudad. Actualmente, aproximadamente el 35% de las luminarias ya cuentan con esta tecnología. Además, el municipio trabaja activamente en otros ámbitos relacionados con la transformación hacia una Smart City, como la movilidad sostenible, la gestión de residuos y la implementación de plataformas digitales que fomenten la participación ciudadana. Asimismo, se están desarrollando proyectos para monitorizar el medio ambiente y mejorar la conectividad urbana.

En definitiva, la renovación del alumbrado público no solo ha permitido mejorar la eficiencia energética de las instalaciones actuales, sino que también ha sentado las bases para la integración de tecnologías IoT que impulsarán a Granada como una Smart City. Según Marín, "una iluminación eficiente y conectada es el primer paso para el desarrollo de soluciones inteligentes” que transformen la ciudad hacia un modelo más sostenible y habitable. Para aquellos municipios que deseen seguir este camino, Marín sugiere realizar un diagnóstico inicial de necesidades y diseñar un plan a largo plazo para incorporar nuevas tecnologías en el alumbrado público. Aunque no es necesario incluir todos los componentes desde el inicio, sí sería aconsejable prescribir luminarias con conectores Zhaga, lo que facilitará la integración futura de sistemas IoT sin importar el fabricante, asegurando una evolución coherente y sostenible de la infraestructura urbana.  

 


 

Interoperabilidad: clave para una iluminación conectada y eficiente

El desarrollo de las Smart Cities y los ecosistemas IoT (Internet de las Cosas) requiere establecer estándares claros que alineen las innovaciones tecnológicas en diferentes sectores. Estas normas son fundamentales para garantizar la seguridad de los sistemas, la interoperabilidad entre tecnologías diversas, la escalabilidad de los proyectos y la optimización de los recursos disponibles, fomentando así una implementación eficiente y sostenible.

En el ámbito de la iluminación pública, estos principios son especialmente relevantes, ya que la iluminación constituye hoy una plataforma ideal para integrar tecnologías avanzadas, como los multisensores IoT. Consciente de esta necesidad, en 2019, el Consorcio Zhaga y la Digital Illumination Interface Alliance (DiiA) unieron esfuerzos para desarrollar un estándar común para ecosistemas de iluminación inteligente: la certificación Zhaga-D4i.

Este estándar permite que luminarias, sensores y nodos de comunicación de distintos fabricantes sean completamente interoperables y fáciles de implementar mediante un sistema plug-and-play. En el caso de Granada, todas las luminarias, nodos de comunicación y multisensores instalados cuentan con certificación Zhaga-D4i, lo que garantiza su compatibilidad en un único sistema de gestión.

El uso del estándar ZD4i no solo asegura un funcionamiento uniforme de los dispositivos de diferentes fabricantes, sino que también prepara la infraestructura para incorporar avances tecnológicos futuros. Las luminarias certificadas ZD4i, como las instaladas en este proyecto, proporcionan una base sólida para desplegar nuevas soluciones IoT, consolidando a la iluminación pública como un pilar clave para el desarrollo de entornos urbanos inteligentes.


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