La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, inauguró a finales de noviembre, tras seis meses de trabajo, la nueva Gran Vía. La Gran Vía, una de las calles más emblemáticas de toda la geografía se ha transformado en un espacio más funcional, con mayor protagonismo del peatón y la bicicleta. El proyecto ha incluido la ampliación de las aceras entre 2,6 y 3,4 metros según el tramo, permitiendo ampliar el espacio peatonal en 6.800 metros cuadrados. Esto supone un incremento del espacio peatonal del 31,24 % respecto a la superficie anterior. La calzada ha quedado configurada con dos carriles de circulación por sentido: uno para transporte público y uno para coches y bicicletas.
En el tramo entre las plazas de España y de Callao se ha creado un carril bici independiente del resto de los vehículos, en sentido subida. Ahora la Gran Vía cuenta con 28.571 metros cuadrados de espacio peatonal a lo largo de toda su extensión. El proyecto ha incluido la reordenación de los carriles de circulación, y la creación de seis nuevos pasos de peatones.
La mejora de la calidad ambiental y paisajística es otro de los puntos destacados del proyecto, para ello se han plantado casi 90 árboles. Se ha seleccionado el Pyrus Chanticleer.
Se ha instalado nuevo mobiliario urbano innovador, y con una imagen homogénea y contemporána. El principal objetivo ha sido el de reequilibrar la calle de acuerdo a las necesidades funcionales, ambientales y simbólicas contemporáneas, introduciendo criterios de orden en el espacio disponible.
Se ha instalado un nuevo pavimento de granito color gris alba y negro ochavo, para las zonas ajardinadas se ha apostado por un pavimento. El nuevo asfalto es fonoabsorbente. En cuanto a los quioscos de prensa, se han mantenido y han sido reubicados. Los quioscos de la Once también se han reubicado, y en este caso cambiado por el nuevo modelo.
La reforma de Gran Vía es solo una parte del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático que tiene el Ayuntamiento de Madrid para transformar el centro de la ciudad. En junio se hará efectiva el Área Central Cero Emisiones, la gran área de prioridad residencial (APR), que impedirá circular a los no residentes por toda esa zona, incluida la Gran Vía. El objetivo del consistorio es mejorar la movilidad y luchar contra la contaminación.
Este nuevo modelo de movilidad, materializado en un proyecto de reurbanización, permitirá mejorar la calidad del aire, el paisaje urbano, la movilidad ciclista y peatonal así como la accesibilidad universal, lo que se verá reforzado con una serie de acciones complementarias.
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