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La Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS) ha publicado recientemente la segunda edición del Informe Los ODS en 100 ciudades españolas, que presenta una panorámica de la situación y avances en la aplicación de la Agenda 2030 a la escala local. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ofrecen un conjunto de objetivos y metas integrados para lograr sociedades y ciudades prósperas, justas, y ambientalmente sostenibles. En particular, el ODS 11 hace un llamamiento a que nuestras ciudades sean “inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles”. La agenda de los ODS nos dota de un marco común de referencia para alcanzar estos ambiciosos objetivos en el horizonte del año 2030.
Los resultados del informe nos muestran que las ciudades españolas, como el país en su conjunto, avanzan de manera muy positiva hacia la consecución de los objetivos que marca la Agenda 2030. Los resultados globales del estudio arrojan un predominio de las valoraciones medio-altas. Siendo las ciudades los lugares donde se ofrecen las mejores opciones y oportunidades para el desarrollo social y económico, en ellas también se detectan importantes desigualdades y se localizan algunos de los mayores retos de la sostenibilidad.
Este informe se integra en un esfuerzo internacional armonizado de medición de los ODS en el marco de la red internacional Sustainable Development Solutions Network (SDSN), auspiciada por Naciones Unidas, que promueve informes globales, regionales y locales que faciliten la monitorización de la Agenda 2030 a todos los niveles y en distintos sectores. Con la reciente publicación de Los ODS en 100 ciudades españolas, la Red Española para el Desarrollo Sostenible, como capítulo en España de SDSN, viene desarrollando una propuesta de seguimiento y medición en el ámbito municipal de nuestro país desde 2018, cuando se publicó la primera foto fija. No es intención del informe señalar un mejor o peor rendimiento en función de los Objetivos, sino ofrecer a los responsables de las políticas municipales una herramienta útil para marcar prioridades de acción.
Los resultados del informe nos muestran que las ciudades españolas, como el país en su conjunto, avanzan de manera muy positiva hacia la consecución de los objetivos que marca la Agenda 2030.
No cabe duda de que la pandemia plantea nuevos retos a la aplicación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible en todo el mundo. El impacto real de la crisis sanitaria en la implementación de la Agenda 2030 en las ciudades españolas y en su progreso hacia el cumplimiento de los ODS podrá detectarse en próximas ediciones de este informe cuando los datos recogidos durante el año 2020 estén disponibles para su uso. También de la pandemia surgen aprendizajes y oportunidades que tienen el potencial de hacen progresar los ODS en las ciudades, a pesar de las dificultades coyunturales.
Algunos ejemplos son los cambios en el uso del suelo en los espacios públicos dirigidos para facilitar la movilidad ciclista y peatonal, que, en muchos casos, podrán pasar a ser permanentes o a impulsar transformaciones más estructurales, contribuyendo así a la transición a una movilidad menos contaminante. El fomento del teletrabajo, con la reducción asociada de desplazamientos pendulares, y otras medidas en el ámbito laboral pueden contribuir a apoyar la conciliación de la vida laboral y familiar; el fomento del consumo local; el fortalecimiento de las capacidades de los municipios; o la colaboración multi-actor y multi-sectorial.
En el estudio se analizan 103 ciudades españolas en las que viven 21,5 millones de habitantes, casi el 50% de la población española. Esta selección incluye todos los municipios de más de 80.000 habitantes, las capitales de provincia, las ciudades autónomas y las capitales administrativas de las Comunidades Autónomas.
El informe ofrece mejoras significativas respecto a la primera edición en cuanto a número de indicadores, fuentes de los datos, su calidad, granularidad y actualización. El 84% de los indicadores propuestos cuentan con datos a nivel municipal. Hasta un 47% de los indicadores son nuevos o presentan mejoras en cuanto a su pertinencia o nivel de detalle, y el 60% han sido actualizados. Se han incluido indicadores de esfuerzo presupuestario y otros de origen cualitativo.
El informe ofrece mejoras significativas respecto a la primera edición en cuanto a número de indicadores, fuentes de los datos, su calidad, granularidad y actualización.
En su elaboración ha participado un grupo de Gobiernos Locales durante todo el proceso y también se ha realizado una consulta pública con los actores interesados. Los más de 120 comentarios y sugerencias recibidos, con contribuciones expertas y de calado, son reflejo del éxito de este proceso participativo. El ODS 12 (Consumo y producción sostenible) ha sido analizado en profundidad en un capítulo específico por su especial vinculación con las competencias municipales.
Otra novedad es el lanzamiento de una web de visualización de los indicadores a través de mapas interactivos donde se pueden consultar los resultados específicos por ciudad y por ODS, de una manera muy fácil e intuitiva. Además, existe la posibilidad de descargarse las fichas en formato PDF.
Con la vista puesta en la tercera edición, el informe identifica posibilidades de mejora a futuro muy interesantes, que sientan las bases para desarrollar indicadores cada vez más adecuados y necesarios para conseguir un sistema de medición de los ODS, a nivel local, que sea cada vez mejor y más adaptado al contexto de las ciudades españolas.
Se han utilizado 106 indicadores para evaluar los avances realizados por 103 ciudades españolas. Los datos que se presentan en este informe son el reflejo de aplicar múltiples termómetros que ponen de manifiesto la temperatura de la acción social por la sostenibilidad. Es decir, de forma global se ha tomado la temperatura de las ciudades en aproximadamente 11.000 mediciones. En el 6,6% de estos análisis se detectan que los valores encontrados son preocupantes y siguiendo el símil estarían en situación de entrar en una Unidad de Cuidados Intensivos para una urgente intervención de choque. Por el contrario, en un 11,3% de los datos obtenidos, los resultados son óptimos y se puede concluir que las ciudades implicadas en estos ODS ya han llegado a la meta o están muy cerca de alcanzarla. El 82% del resto de mediciones se encuentran en una situación intermedia, pero con un mayor grado de cercanía a la meta que al punto de salida. Muchas ciudades ya han conseguido recorrer más de la mitad del trayecto que se marca en este largo camino. Por este motivo, el informe concluye que las ciudades españolas progresan adecuadamente, aunque con cierta lentitud, hacia alcanzar los tan deseados objetivos definidos por la Agenda 2030.
La 17 ODS fueron adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2015. Ya han pasado cinco años y la “localización” de la Agenda, esto es, su implementación a nivel local, es aún incipiente. Muchos ayuntamientos solo han dado los primeros pasos para empezar a plantearse la forma de abordar estos temas desde sus ámbitos de competencia, que son limitados. La maquinaria de acción municipal frente a los ODS solo ha tenido tiempo, hasta ahora, para poner en marcha los motores. Se ha identificado una mayor implicación social y de las corporaciones locales en ser parte más protagonista de la Agenda 2030. Ahora los ayuntamientos tienen la importante tarea de comenzar a acelerar y coger velocidad para que en los 10 años restantes podamos alcanzar los tan ansiados objetivos que permitan transformar nuestras ciudades en entornos más habitables y comprometidos con la sostenibilidad.
Los ayuntamientos tienen la importante tarea de comenzar a acelerar y coger velocidad para que en los 10 años restantes podamos alcanzar los tan ansiados objetivos que permitan transformar nuestras ciudades en entornos más habitables y comprometidos con la sostenibilidad.
El informe publicado pretende ayudar a los ayuntamientos a identificar donde es necesario prestar más atención y energía en sus planes de acción. Pero sin olvidar que, para que nuestras ciudades sean más sostenibles, es imprescindible la implicación de las distintas administraciones local, autonómica y estatal, que tienen competencias complementarias. Pero también de todo el tejido social que conforman la dinámica urbana, desde las empresas a las asociaciones de vecinos o movimientos ciudadanos. Como bien señala el ODS 17, solo la alianza e implicación de todos los actores urbanos pueden conseguir una transformación profunda de nuestras ciudades para convertirlas en escenarios más inclusivos, resilientes y sostenibles.
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