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El modelo de contenedores abiertos las 24 horas del día ha llegado al límite de su efectividad, y el PREMET25 tiene como objetivo principal dar cumplimiento a los mandatos de la Unión Europea: una tasa de reciclaje del 55% el 2025 y del 60% en 2030. Con estos objetivos, la UE busca pasar de una visión centrada en el tratamiento de residuos que prevenga la generación y que los transforme en nuevos materiales para reincorporarse al ciclo productivo. La nueva filosofía de gestión de los residuos metropolitanos queda recogida en el Acuerdo Metropolitano hacia el Residuo Cero, un pacto suscrito por el AMB y los 36 municipios metropolitanos.
El objetivo principal del PREMET25 es dar cumplimiento a los mandatos de la Unión Europea: una tasa de reciclaje del 55% en 2025 y del 60% en 2030.
La Agència de Residus de Catalunya ha publicado recientemente los datos generales de recogida selectiva en Catalunya del 2019. La media catalana se sitúa al 44,8%, mientras que la del área metropolitana, a pesar de haber alcanzado su máximo histórico, está en un 37,4%.
Más allá de los datos globales, la recogida selectiva en el ámbito del AMB presenta unos resultados muy variables en los diferentes municipios, con un mínimo del 23% y un máximo del 85% en los municipios con un sistema de recogida puerta a puerta en los cuales se encuentran 8 municipios metropolitanos que cumplen los niveles de la UE para 2020.
Según Eloi Badia, vicepresidente de Ecología del AMB, "queda todavía mucho trabajo por hacer para llegar a los índices que nos marca la UE, aunque cada vez son más los municipios metropolitanos que están avanzando de manera decidida en la introducción de mejoras. El gran salto de la recogida selectiva en Catalunya debe venir, y vendrá, de la mano de los municipios metropolitanos, pero hay una acción concertada, coordinada y con el máximo apoyo para acompañar a los municipios en esta transición".
El PREMET25 adquiere, en este contexto, una importancia estratégica. El programa se estructura en cinco ejes, que abordan tanto la prevención de residuos como su gestión eficiente una vez generados. Así, las grandes líneas del plan son: prevención, recogida, tratamiento, gobernanza y educación ambiental.
Las medidas del plan incluyen acciones urgentes de mejora inmediata del medio ambiente, con la prioridad de extender a todo el territorio los modelos individualizados de recogida. También medidas sobre fiscalidad, como un sistema de bonificación o pago por utilización del servicio de recogida a nivel individual, en función de los comportamientos en cuanto a recogida selectiva.
Cumplir los objetivos del programa generará una serie de impactos positivos:
Los ayuntamientos metropolitanos serán los protagonistas de la mejora de los índices de recogida selectiva, ya que son las administraciones locales que deberán introducir los cambios necesarios en sus sistemas actuales para alcanzar los objetivos exigidos por la UE.
Varios municipios ya han iniciado un camino de mejora, y en breve implantarán nuevos sistemas que les permitirán aumentar la recogida selectiva.
Ocho municipios metropolitanos -entre ellos Pallejà, Santa Coloma de Cervelló, Ripollet y Barberà del Vallès- ya han planificado el despliegue de la recogida puerta a puerta al menos en una parte de su territorio (además de Tiana y Torrelles de Llobregat, que la llevan a cabo desde hace años). En cuanto a la recogida con contenedores inteligentes, el Papiol y Sant Just Desvern comenzarán en unos meses, a inicios del 2021. L’ Hospitalet de Llobregat trabaja también en una prueba piloto, que incluye el uso de contenedores inteligentes.
Por otra parte, algunos municipios metropolitanos, como Castelldefels y Gavà, ya han implantado circuitos de recogida puerta a puerta específicamente para el comercio, lo que ha significado aumentos notables en la recogida selectiva.
En 2021, todos los ayuntamientos metropolitanos que aún no hayan iniciado un cambio de sistema de recogida dispondrán del apoyo del AMB para elaborar su hoja de ruta.
Para facilitar esta transición, todos los ayuntamientos metropolitanos que aún no hayan planificado un cambio de sistema de recogida dispondrán del apoyo del AMB para elaborar su hoja de ruta, con el horizonte de aplicar sistemas de individualización de la recogida en 2025 como máximo. Estos planes de mejora, coordinados y licitados desde el AMB, con el apoyo económico de la Agència de Residus de Catalunya cuentan con un presupuesto de un millón de euros, estarán listos en verano de 2021 y ayudarán a definir los sistemas óptimos de recogida selectiva para individualizar la recogida de las fracciones resto y orgánica.
En 2025 también se establecerá un sistema de pago por generación: tasas de recogida y tratamiento de residuos moduladas en función de si se separan o no los residuos, de la misma manera que hoy la ciudadanía paga en función de si consume más o menos agua o cualquier otro servicio. Esta tasa justa incluirá tanto los residuos generados en el ámbito doméstico, que representan un 60% del total de los residuos generados, como los del ámbito comercial, que suponen el 40%.
Barcelona ya ha introducido una tasa este 2020, y se ha sumado a los otros 23 municipios metropolitanos que disponen. Se prevé que los 12 municipios restantes la introduzcan antes del 2023, y se incorpore, así, el 100% de los municipios metropolitanos. Para ayudarles a hacerlo, el AMB está realizando un estudio para determinar la armonización de las tasas a los diferentes municipios metropolitanos. Con el objetivo de beneficiar a los ayuntamientos, se aprobará un convenio marco que permitirá que el AMB vuelva a transferir a los municipios los ahorros resultantes del tratamiento de residuos mediante los nuevos sistemas de recogida, con el objetivo de seguirlos financiando. Se prevé que el importe transferido a los municipios este 2020 sea de 500.000 euros.
El AMB devolverá a los ayuntamientos los importes equivalentes a estos ahorros, para que puedan seguir invirtiendo en mejorar los sistemas.
La reducción de la fracción resto y el aumento de las fracciones selectivas comportará cambios en el modelo metropolitano de tratamiento de residuos. El PREMET25 busca superar el actual modelo basado en los ecoparques y pasar a disponer de plantas de tratamiento más especializadas, con mejores rendimientos, sobre todo las dedicadas a la materia orgánica. Del mismo modo, el nuevo plan busca reducir la valorización energética de residuos.
Un ejemplo es la reconversión de la actual planta de transferencia de residuos situada en Viladecans en un centro de biofertilizante y abonos (CEBA). Este proyecto, que será pionero en Europa, nace con la idea de aprovechar los nutrientes presentes en la fracción orgánica de los residuos municipales (FORM). Ubicado en el Parque Agrario del Llobregat, el CEBA permitirá satisfacer las necesidades de fertilización y abono de los cultivos de este parque agrario.
En paralelo a este proyecto, se está trabajando en la reconversión del Ecoparque 3 -que actualmente trata únicamente fracción resto- en una planta de selección de envases y de tratamiento de residuos orgánicos.
También se prevé la reducción de la valorización de residuos: la planta integral de valorización energética situada en Sant Adrià de Besòs tiene previsto clausurar uno o dos de sus hornos (entre uno y dos tercios de la planta) de cara al 2025; así, se disminuirá el porcentaje total de residuos destinados a vertedero. En paralelo, mermará la cantidad de residuos que terminan en un depósito controlado, con la consiguiente reducción del impacto ambiental que suponen las últimas fases de la gestión de residuos.
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