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28/06/2016
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Ibiza Parques y jardines Juegos infantiles Accesibilidad Alumbrado público Césped artificial
El municipio de Santa Eulària des Riu es el segundo por población de la isla de Ibiza, sólo superado por la capital no oficial de la isla. Se trata de una entidad administrativa formada por cinco poblaciones principales (Jesús, es Puig d’en Valls, Santa Gertrudis de Fruitera, Sant Carles de Peralta y Santa Eulària des Riu), dos unidades destacadas con residentes todo el año aunque con una marcada estacionalidad que refleja una gran fluctuación en la población y unas necesidades de servicios muy concretas (Cala Llonga y es Canar) y numerosas urbanizaciones y población diseminada.
En contraste con otras zonas de la isla, el municipio cuenta con una segmentación hacia el turismo de calidad, que busca tranquilidad y con un fuerte contenido familiar. La orientación hacia este nicho de mercado y la promoción de políticas municipales que dificultan o imposibilitan la proliferación de negocios de ocio joven o nocturno, hace que esta sea una de las zonas más deseadas para vivir en la isla, lo cual ha hecho que haya experimentado un notable aumento de población en los últimos años.
Así, entre 2005 y 2015, los datos oficiales de población hablan de un incremento del censo de casi 9.000 personas, hasta superar los 35.800 empadronados. De este incremento, un tercio corresponde propiamente al pueblo de Santa Eularia des Riu, que actualmente supera los 9.500 vecinos empadronados, una población fija a la que hay que sumar el importante incremento de habitantes debido tanto a la llegada de turistas de estancias cortas, visitantes con segunda residencia con estancias prolongadas y temporeros de la hostelería.
Esta presión en la demanda y los años previos a la crisis, hicieron que el pueblo se desarrollara de forma importante en los últimos años, especialmente creciendo hacia la zona noreste, desarrollándose como área residencial la zona conocida como Cas Capità. Un entorno en el que figuran varios establecimientos hoteleros eminentemente de público familiar, el primer instituto del municipio y, ahora, una importante superficie comercial.
Este polo de desarrollo urbano, con diferentes elementos de atracción de público, contaba en su zona central con diferentes solares no desarrollados que el Ayuntamiento pronto consideró como con un gran potencial para poder instalar algún tipo de servicio público. Así fue como se planteó la posibilidad de usar unos terrenos de unos 8.000 metros cuadrados para implantar unas instalaciones demandadas por los vecinos y que, en el caso concreto del parque infantil, enlazaban también con las políticas municipales de promoción de espacios para los más pequeños, en la línea con las actuaciones desarrolladas que han convertido a Santa Eulària des Riu en el primer municipio calificado por Unicef como ‘Ciudad Amiga de la Infancia’.
Los terrenos disponibles se dividieron en tres parcelas. La primera en ser ocupada contaba con unos 1.200 metros que se destinaron al primer parque canino de la isla, con una gran área con una decena de elementos de agillity para que los dueños de los animales pudieran jugar y ejercitar a sus mascotas, así como otra zona sin ocupación para fomentar la socialización de los animales. Todo ello con un bebedero especial para animales, dispensadores de bolsas para recoger las deposiciones de los animales y un vallado de seguridad con doble cancela para evitar la fuga de animales.
El segundo espacio era una pequeña parcela de unos 800 metros en la que se realizó un asfaltado, pintado de áreas de estacionamiento e iluminación.
Este elemento, con una treintena de plazas de parquin, supone una intervención para aliviar las situaciones de congestión que en ocasiones se producen en esta zona.
Y por último, se tomó una parcela de unos 5.000 metros cuadrados en la que se decidió crear un parque infantil ya que existen otras áreas lúdicas en el pueblo, pero se haya en la zona central o sur, a unas distancias poco cómodas para muchos padres. La intención del Ayuntamiento no era la de crear una mera instalación sino que, aprovechando el espacio disponible, crear una instalación especial, referente y ejemplo de la importancia que se da a los niños dentro de las políticas municipales, no sólo desde el ocio.
Así, este parque contaría con el mayor conjunto en bloque de elementos de toda la isla, una atracción única de la marca HAGS de unos 180 metros cuadrados de área y siete metros de altura en su punto más alto que contaría con toboganes, pasarelas, escalas y otros juegos para ejercitar la psicomotricidad gruesa, además de elementos de estimulación del juego simbólico, como casitas, periscopios y otros. Además, una petición reiterada recientemente era la de contar con elementos de juego para niños con discapacidad ya que hasta ahora sólo se contaba con algunos columpios con asiento cerrado pensados para los bebés y niños muy pequeños, no para menores con capacidades especiales.
Así, se optó por instalar un columpio con un asiento ergonómico de respaldo completo, brazos y arneses de cuatro puntos de sujeción con una elevación sobre el suelo suficiente para que abarcara un abanico de edades muy amplio.
En una segunda fase, para la que se cuenta ya con el material adquirido, se van a instalar otros juegos tipo balancín, columpios y toboganes pensados para menores hasta cuatro años, de forma que puedan separarse sus juegos de la zona principal, más orientada a niños mayores. Igualmente, para no limitar el juego a la parte física, se han instalado cinco figuras de gran tamaño de diferentes animales. Están realizados en un material sólido recubierto de césped artificial de forma que quedan integrados en el entorno y pueden ser usados con seguridad como monturas por los chavales.
Además, las bases están recubiertas de un material anti impactos para amortiguar posibles caídas. Todo ello instalado por la empresa Easigrass España S.L.U. Otro elemento importante de juego, si bien no está concebido como atracción, es la gran escultura de fibra de vidrio de un ‘fameliar’ (un duende del folklore local cuyo nacimiento se fija cada noche de San Juan en el río de Santa Eulària) realizado por el artista local Andreu Moreno. De hecho, el parque recibe el nombre de ‘Es Fameliar’ ya que otro objetivo era el de tratar de mantener y potenciar los elementos tradicionales de la cultura ibicenca, amenazados por el empuje de nuevas culturas.
Cuando se planteó la instalación se decidió no limitarse al concepto de parque infantil y ampliarlo al de zona verde, familiar y de actividad saludable. Así, se han instalado ocho máquinas de ejercicios biosaludables para dar respuesta a las necesidades de las personas mayores que también optan por cuidarse y que tienen un uso habitual en otras zonas del municipio en que han sido instaladas.
Igualmente, todo el perímetro interior de la parcela y la separación entre los dos espacios en que está concebida (el de las atracciones infantiles y otro expedito, pensado para la realización de actos de grupo, esparcimiento, relax o juegos de pelota) son de pavimento de 2,4 metros de ancho (de hormigón armado, con un grosor de 15 cm. con acabado coloreado, y sobre una base de machaca de 30 cm. de espesor) para que puedan ser usados como circuito de jogging, para bicicletas o patines.
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Reportaje publicado en el Nº 176 - 2º Trimestre 2016
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