Ejemplo de gobernanza y consenso interadministrativo
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16/12/2022
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El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha aprobado una estrategia sin precedentes para la gestión del Parque Natural de la Sierra de Collserola denominada Plan especial de protección del medio natural y del paisaje (PEPNat), que viene a derogar el Plan especial de ordenación y protección del medio natural del Parque de Collserola (PEPCo) puesto en marcha en 1987. Con este nuevo documento y atendiendo a la categoría de protección especial que ostenta el espacio desde el año 2010, el AMB busca la más efectiva tutela y conservación de las más de 8.000 hectáreas que abarca este entramado verde en la metrópolis de Barcelona. Con este programa inédito la Sierra se proyecta como un espacio más cohesionado donde los valores ecológicos y el ocio ciudadano se postulan como equitativos.
El nuevo PEPNat ha tenido un largo recorrido desde la creación de una Comisión Institucional en el 2012, la posterior redacción del documento en el año 2014, hasta su reciente aprobación en abril del 2021, donde la gobernanza entre las administraciones públicas más relevantes jugó un papel crucial. El nuevo Plan ha estado redactado y tramitado hasta la aprobación provisional por el AMB en un marco de gobernanza y amplio consenso bajo la tutela de una comisión técnica y una institucional formadas por el conjunto de administraciones (Generalitat, AMB, Diputació de Barcelona, Consorci del Parc Natural de la Serra de Collserola y los nueve ayuntamientos que constituyen el espacio natural). A ello deben sumarse dos procesos de participación ciudadana durante la primavera de 2015 y el otoño de 2018, donde más de 900 personas aportaron alrededor de 2.000 sugerencias.
PEPNat se erige como una importante figura de preservación del territorio para aportar garantías tanto dentro del parque como en lo referente a la fragmentación y la conectividad.
Este nuevo documento pretende incrementar el cuidado del entorno proporcionado por el anterior PEPCo y mejorar determinados aspectos relativos a su correcta conservación e integración con la vertiente urbana del territorio, pues tras el exhaustivo estudio de las características del Parque se detectó un fuerte aislamiento y fragmentación de los diversos hábitats que lo caracterizan, ejercida por la presión que las infraestructuras urbanas, como líneas eléctricas o tuberías de abastecimiento de agua, realizan sobre los valores ecológicos. Así, el PEPNat busca prevenir que la biodiversidad en Collserola sea víctima de una degradación irreversible, cuya consecuencia directa tendría como consecuencia el cese de la vertiente más prestacional de este espacio con la ciudadanía.
El propio AMB esgrime que “difícilmente se encuentra una situación homóloga a ésta, con un entorno tan humanizado, con tan poca continuidad ecológica con el resto de espacios abiertos de alrededor y con una fragmentación interna tan notable”. Partiendo de esta premisa, el nuevo Plan va más allá de la necesidad de preservar ecológicamente el espacio y utilizar de manera racional sus recursos; plantea un reacondicionamiento integral que incremente la presencia de la Sierra en la ciudad para dotar a la población metropolitana de espacios públicos renovados donde practicar actividades educativas y de ocio.
En concreto, existen seis ejes principales sobre los que se basan los objetivos del espacio funcional: potenciar la conectividad ecológica para preservar la biodiversidad y maximizar los servicios ecosistémico; reducir el riesgo de incendio y otros riesgos naturales en el punto de contacto entre la ciudad y el espacio natural; minimizar el impacto de las edificaciones, elementos y tejidos urbanos construidos en el Parque y potenciar su función como áreas de transición; reforzar los valores ecológicos de la periferia; dar continuidad a la red metropolitana de espacios libres y corredores verdes y, en último lugar, incentivar los usos de ocio en los bordes para reducir la presión en el interior del Parque Natural.
Eugènia Vidal Casanovas, de la Oficina Técnica de Gerencia del AMB, esclarece que “la ubicación singular del Parque Natural junto al área metropolitana entraña aspectos positivos, como su alto valor de espacio protegido de proximidad, y negativos, al estar presionado por las infraestructras que lo rodean y atraviesan”. Por estos dos motivos, “la labor de protección es fundamental y en el Plan especial de protección del medio natural y del paisaje se definen todos aquellos espacios funcionales en un área aproximada de 3.676 hectáreas, englobando aquellas zonas más allá de los límites estrictos del Parque natural que son clave para la conservación y mejora de los valores y procesos que allí tienen lugar”.
Vidal agrega que, de entre la multitud de propuestas que se contemplan para el espacio natural de Collserolla, “se pretende incidir en la mejora de la conectividad ecológica y la ampliación de facilidades para el acceso a través del trasporte público, a pie o en bicicleta, además de disminuir la presión en el interior del parque y en los recursos naturales que éste alberga. Las propuestas comprenden una serie de directrices y recomendaciones, así como un catálogo de soluciones y buenas prácticas”.
El objetivo del Parque es básicamente garantizar valores intrínsecos, patrimoniales, naturales, culturales, etc. del territorio para promocionar un espacio vital que evoluciona.
Raimon Roda, director-gerente del Consorci del Parc Natural de la Serra de Collserola estima por su parte que “el objetivo del Parque es básicamente garantizar valores intrínsecos, patrimoniales, naturales, culturales, etc. del territorio para promocionar un espacio vital que evoluciona, cambia y tiene vida en su interior. En síntesis, la finalidad es potenciar los valores que hacen posible ese territorio”.
Roda asegura que el PEPNat “se erige como una importante figura de preservación del territorio para aportar garantías tanto dentro del parque como en lo referente a la fragmentación y la conectividad o la transición con los núcleos urbanos. Tenemos la mira puesta en un nuevo modelo metropolitano, con un espacio natural como el nuestro, donde existe una penetración del espacio natural dentro de la ciudad, puede existir también una realidad conjunta de gestión. Es en esto que trabajamos desde el Consorci”.
Para atender a la multiplicidad de factores y procesos que se dan en la Sierra de Collserola ha sido preciso diseñar una estrategia pluridisciplinar que atendiera a la regulación de la vertiente más puramente natural del Parque por un lado, con los factores bióticos y abióticos que lo caracterizan, y la incidencia antrópica que sobre éste recae a diario por otro. De esta manera, se han definido una serie de propuestas concretas con la mirada puesta en potenciar la conectividad ecológica entre los distintos espacios, propiciar la puesta en valor de los ecosistemas naturales y facilitar la interrelación de la ciudadanía con este espacio verde.
El AMB resume en un listado aquellas medidas más relevantes para dotar a los espacios de borde del Parque de identidad propia y reforzar la Sierra contra incendios y otros impactos territoriales: se establece la necesidad de ejecutar tareas de limpieza y desmantelamiento de estructuras obsoletas junto a la mejora de las existentes; labores de restauración paisajística a lo largo del terreno; una ampliación de la identidad corporativa de la Sierra de Collserola a través del diseño de una imagen gráfica identificativa; la correcta definición de los accesos a través de la señalización, creando nuevos puntos de información; el fomento de proyectos estratégicos que incrementen la conectividad y, por último, la proyección de innovadoras soluciones de bioingeniería como eco puentes, balsas o corredores ecológicos.
Con todo ello, será posible hacer efectiva la finalidad última del PEPNat, que no es otra sino optimizar el ordenamiento y regulación de los usos y actividades en la Sierra de Collserola “de acuerdo con los objetivos del Parque Natural en materia de protección, conservación y mejora del patrimonio natural y de los valores geológicos, biológicos, ecológicos, paisajísticos, etnológicos, agrícolas y culturales de este espacio natural de protección especial”, tal y como expone la memoria del documento final.
La metrópolis de Barcelona contará con un renovado espacio natural periurbano donde la ciudadanía pueda disfrutar de las actividades que en éste pueden desarrollarse con la certidumbre de no estar incidiendo de manera negativa en los procesos naturales propios de su particular ecosistema. La colaboración interadministrativa ha tenido como resultado la publicación de un completo e intrincado Plan especial de protección del medio natural y del paisaje del Parque Natural en el que convergen la puesta en valor de los recursos naturales, el uso público del espacio, el patrimonio edificado y el ordenamiento territorial y sectorial.
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