La reurbanización del I Ensanche dibuja y asienta las bases de un nuevo paisaje urbano y en definitiva de una Pamplona más saludable, amable y verde
En el marco del PMUS de la comarca de Pamplona, la ciudad camina hacia un nuevo modelo urbano sostenible que deja atrás la realidad en la que el vehículo privado ha sido protagonista. Se define así la hoja de ruta para la construcción de un nuevo paisaje urbano que empodera a los ciudadanos fomentando los recorridos a pie, superando los problemas de accesibilidad, favoreciendo el uso de la bicicleta, promoviendo la intermodalidad y la oferta de transporte público y reduciendo el uso del vehículo privado. Se recupera así una gran superficie de espacio público con enorme potencial para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. El proyecto de reurbanización del I Ensanche dibuja y asienta las bases de un nuevo paisaje urbano y en definitiva de una Pamplona más saludable, amable y verde..
El I Ensanche como sistema urbano que articula y conecta el Caso Antiguo con la Ciudadela y por consiguiente con la zona suroeste de la ciudad (barrio Iturrama, hospitales, universidades…) supone una pieza clave en el proceso de transformación de la ciudad. Las calles de Taconera, Navas de Tolosa y su continuación por Yanguas y Miranda constituían hasta hace bien poco una autopista con flujo incesante de coches. Esto ha generado una barrera que dificultaba la conectividad transversal y sostenible de los flujos peatonales y en bicicleta desde el Casco Antiguo hacia el I Ensanche y la Ciudadela. La Avenida Pio XII y la calle Bosquecillo acababan de conformar un cinturón rodado que limitaba y separaba las realidades urbanas del Casco Antiguo y del I Ensanche con implicaciones negativas no solo a nivel de movilidad sino también a nivel de pérdida de interacción y creación de sinergias a otros niveles: comercial, social, económico…
Con la finalidad de impulsar y consolidar el cambio de modelo del I Ensanche, el proyecto reestablece las prioridades y redistribuye las calles recuperando una gran superficie de espacios libres para el peatón con la drástica reducción del tránsito de coches tanto en los ejes de transición entre el Casco Antiguo y I Ensanche como en las vías internas de este último. En la misma línea de acción, se realiza una apuesta decidida por el fomento del transporte público con la ubicación de nuevas líneas de autobús y paradas centrales en el nuevo eje situado en el corazón de la ciudad.
El proyecto se despliega en base a 2 escalas de aproximación: un primer nivel que establece el marco general en todo el I Ensanche definiendo los criterios y directrices del nuevo modelo urbano y un segundo nivel con su aplicación concreta con el desarrollo del proyecto de reurbanización del nuevo eje cívico compuesto por las calles Navas de Tolosa y Taconera. El marco de actuación establece 3 ejes estratégicos de acción para la reurbanización y el cambio modal del I Ensanche:
Se apuesta por reforzar de manera decidida la conectividad y accesibilidad transversal utilizando el I Ensanche como tejido articulador entre el Casco Antiguo y la Ciudadela.
Más allá de la funcionalidad conectora y de movilidad de las calles, la propuesta busca poner el énfasis en la necesidad de habitar el espacio público de la ciudad, entendiendo las calles como espacios cívicos donde los ciudadanos compartimos, aprendemos, conocemos, nos encontramos, disfrutamos…
La propuesta tiene como objetivo la extensión del verde de la Ciudadela hacia el Casco Antiguo a través de los nuevos corredores verdes del I Ensanche que ampliarán y consolidarán la infraestructura ecológica de la ciudad. La voluntad de renaturalizar la ciudad responde a los beneficios que la vegetación aporta mejorando el balance hídrico, regulando diversos parámetros ambientales como la contaminación, temperatura, ruido…
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