A lo largo y ancho de España, Europa e incluso de todo el mundo, los municipios se están uniendo al movimiento de las “ciudades inteligentes” para aprovechar los beneficios que conllevan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), las renovables y otras tecnologías avanzadas. Pero si bien la tecnología puede estar en el centro de este movimiento, el foco de una “ciudad inteligente” siempre debe estar puesto en su ciudadanía, que es quien en primera instancia debe beneficiarse de estas soluciones.
A través del programa “Smart Cities & Communities”, la Unión Europea lleva unos años invirtiendo millones de euros en la implementación de soluciones inteligentes para ciudades y asegurándose de que las mejores y más efectivas soluciones inteligentes se comparten entre los municipios de todos los rincones de Europa. Las ciudades españolas están a la vanguardia de este programa –o movimiento, como a veces se le llama– y están representadas por, entre otras, San Sebastián, Valencia y Barcelona, que forman parte de las 40 ciudades que han sido nombradas como “Ciudades Faro” por la Comisión Europea.
Si bien esta designación no significa mucho por sí misma, es clave señalar que estas ciudades comparten el compromiso de utilizar la tecnología en beneficio de su ciudadanía: para ayudarles a usar los recursos energéticos de manera más inteligente, para hacer que las ofertas/posibilidades de movilidad sean más limpias y para garantizar que los edificios donde viven las personas se vuelvan más habitables en lugar de ser más caros cuando se agrega tecnología. El objetivo general de todo el programa de ciudades inteligentes es reducir la huella de carbono de las áreas urbanas donde viven alrededor de las tres cuartas partes de la población europea. Esto solo se puede lograr con la bendición, el apoyo y la participación de los ciudadanos.
Es por ello que los proyectos RUGGEDISED y GrowSmarter, en los que la red ICLEI – Gobiernos Locales por la Sostenibilidad está involucrada, ha incluido la participación ciudadana desde el principio. La tecnología inteligente es inservible si ésta no tiene en cuenta las necesidades y preocupaciones de las personas que se ven directamente afectadas/beneficiadas por ella. Si no se consideran sus preocupaciones y si no se garantiza que entienden y apoyan estas nuevas iniciativas, la digitalización tendrá que hacer frente a cierta resistencia –por mucho que los funcionarios de los ayuntamientos y los gurús de las tecnologías crean que estas tecnologías solo aportan beneficios. Por suerte, los ejemplos de cómo dichas soluciones inteligentes pueden beneficiar e incluir a la ciudadanía son abundantes en el programa “Smart Cities & Communities”, en general, y en los proyectos RUGGEDISED y GrowSmarter, más concretamente.
Colonia ha implementado diez estaciones de movilidad que ofrecen a su ciudadanía una amplia gama de alternativas para viajar tanto cortas como largas distancias. Están diseñadas para mejorar la calidad del aire y reducir el tráfico y las emisiones de carbono al facilitar a los residentes locales la transición a alternativas de transporte más eficientes en cuanto a energía/emisiones. Con un único billete normal para el tren o el autobús, los residentes de Colonia pueden alquilar bicicletas eléctricas, coches eléctricos o convencionales, e incluso alquilar un espacio de estacionamiento temporal si lo necesitan en una ocasión concreta. Las estaciones de movilidad pueden variar tanto en tamaño como en tipo de ubicación, pero todas comparten el hecho de que hacen que sea menos necesario tener un automóvil privado.
En la ciudad sueca de Umeå, la universidad local está desarrollando un sistema de sensores que les permite ahorrar recursos en calefacción, iluminación y ventilación en sus edificios, al tiempo que proporciona a sus estudiantes y al personal la máxima comodidad. En esencia, el software podrá predecir y administrar a qué horas se ocupará una sala determinada y cortará (o apagará) el uso de energía, cuando no se espera que la sala esté ocupada en las próximas horas. El propietario del edificio planea reducir su uso total de energía en un 50 por ciento antes de 2050, mediante la implementación de esta solución inteligente.
En el marco de un plan de acción más amplio para toda la ciudad de Barcelona, una finca situada en el Passeig Santa Coloma, con un total de 207 viviendas y más de 14.000 metros cuadrados se sometió a una renovación energética eficiente que no solo redujo el consumo de energía en un 30 por ciento (y, por lo tanto, el uso de recursos), sino que también hizo que los inquilinos estuvieran más felices. Después de la renovación, el 53% de las viviendas monitoreadas demostraron ofrecer un mayor nivel de confort durante el invierno y, gracias a ello, el nivel de descontento de los inquilinos por los cambios de la temperatura interior durante el día se redujo. La renovación proporcionó, por lo tanto, mayor comodidad y generó ahorros monetarios para los residentes que viven en este complejo de viviendas sociales.
Glasgow ha sido elegida para acoger la Cumbre del Clima de la ONU en 2020 y, para la fecha, la ciudad escocesa estará lista para mostrar cómo las soluciones de las ciudades inteligentes pueden reducir las emisiones de CO2 sin ser socialmente injustas. Glasgow está trabajando para desplegar una tecnología inteligente que contribuya a la lucha contra el cambio climático y ayude a la ciudad a lograr su neutralidad en carbono para 2030 y las cero emisiones netas de carbono para 2045.
La nueva solución utilizará sensores para desarrollar una nueva plataforma de toma de decisiones con diferentes preferencias e integración de energía renovable que garantizará que la calefacción se realice en el momento más ventajoso en términos de precio. Se espera que el resultado sea una reducción en la cantidad de electricidad utilizada para una calefacción general no eficiente y una reducción en el número de ciudadanos que viven en la “pobreza energética”.
En Estocolmo, se ha desarrollado el llamado “índice de estacionamiento ecológico”, que permite a los constructores ofrecer un número menor de espacios de estacionamiento en una propiedad de lo que se requiere según el código de construcción, siempre que se ofrezcan otras alternativas. Esto significa que un constructor podría ahorrarse dinero al ofrecer soluciones como bicicletas eléctricas de carga, bicicletas eléctricas o instalaciones de car sharing, ya que los costes pueden ser más bajos que los que implican construir y mantener zonas de parquin. Después de que se testeara esta solución, el 16,3% de los encuestados que viven en el área de Estocolmo donde se está desarrollando el proyecto GrowSmarter expresaron un menor deseo de poseer su propio automóvil.
El asfalto es abundante en las ciudades, pero rara vez sirve más allá de para su propósito original. No obstante, Rotterdam está tratando de cambiar esto con la integración de tubos en la capa de asfalto que permiten recoger energía durante los calurosos días de verano y calentar el asfalto para mantenerlo libre de heladas durante el invierno. En verano, se bombea agua (fría) a través de los tubos donde el asfalto caliente (hasta 65 grados) calienta el agua. En invierno, se bombea agua tibia a través de los tubos, lo que hace que las temperaturas del asfalto se mantengan por encima de 0°C y se elimine la nieve o el hielo del pavimento.
Para ICLEI – Gobiernos Locales por la Sostenibilidad, los proyectos europeos de ciudades inteligentes y el enfoque cooperativo adoptado por los municipios para abordar el complejo tema de la sostenibilidad urbana están resultando exitosos. Las ciudades involucradas están demostrando que los municipios pueden desplegar innovaciones y contribuir a la lucha global contra el cambio climático. Asimismo, las ciudades y pueblos de toda Europa se dan cuenta de que no están solos a la hora de enfrentar este desafío. La sostenibilidad es clave para garantizar sociedades estables y hacer que las ciudades sean lugares atractivos en los que vivir. Y nuestros miembros –pueblos, regiones y ciudades comprometidas con el desarrollo urbano sostenible– lo saben. Para que las ciudades inteligentes ayuden a alcanzar estos objetivos, es de suma importancia trabajar juntos, no solo con otras ciudades, sino que también con la ciudadanía.
📥 Puedes descargar el artículo completo aquí.
La información más relevante del sector directamente en tu correo.
Suscribirme